La terapia Gestalt es un modelo de psicoterapia humanista que resalta la importancia del
momento presente y la autoconciencia. Desde esta perspectiva, se fomenta la integración
de las dimensiones de la experiencia humana, como los sentidos, las emociones, el
pensamiento, la interacción social y la espiritualidad. Asimismo, promueve un contacto
auténtico consigo mismo y con los demás, propiciando una toma de conciencia de los
mecanismos internos que influyen en las conductas que limitan la experiencia en el
mundo.
Este método terapéutico se centra en la persona, en restablecer la habilidad de
experimentar el presente con espontaneidad y responsabilidad. Una de las características
distintivas de la Gestalt es que no se limita a ser solo una psicoterapia, sino que se
percibe como una filosofía de vida genuina, con influencia en la forma en que el sujeto y el
mundo se relacionan. De acuerdo con el principio gestáltico de «todo es más que la suma
de las partes», se contempla al ser humano desde una perspectiva holística.
La psicoterapia gestalt fomenta un espacio en el que las distintas partes del paciente
pueden expresar sus necesidades y funciones. A través de la relación terapéutica, se
viven las experiencias y situaciones con autenticidad, en un ambiente caracterizado por la
confianza y la apertura. Este proceso se concibe como una co-creación y exploración del
momento presente, con el propósito de promover la integración, el crecimiento personal y
el cambio terapéutico.
Para profundizar, la relación terapéutica es fundamental, ya que constituye el contexto en
el que tiene lugar el proceso de cambio y desarrollo personal. Algunos aspectos cruciales
de esta relación incluyen: la autenticidad y presencia plena del terapeuta, que son
fundamentales para establecer una conexión genuina con el paciente; la aceptación
incondicional por parte del terapeuta, que permite al paciente explorar su experiencia sin
juicios ni prejuicios; la co-creación del proceso terapéutico, en el que tanto el terapeuta
como el paciente participan activamente en la construcción del mismo; y la exploración del
aquí y ahora, enfatizando la conexión del paciente con sus emociones y sensaciones
actuales para promover una comprensión más profunda de sí mismo.
El terapeuta gestalt despliega diversas estrategias para facilitar el proceso de
autoconocimiento del paciente, permitiéndole darse cuenta significativos y encontrar
nuevos ajustes creativos que puedan ser aplicados en su vida cotidiana.
El fomento de la conciencia es una de las acciones clave que el terapeuta gestalt lleva a
cabo, ayudando al paciente a ampliar la percepción de sus pensamientos, emociones,
sensaciones físicas y mecanismos de comportamiento en el momento presente.
Asimismo, se promueve la responsabilidad personal, animando al paciente a asumir el

control de sus elecciones y acciones, tomando las riendas de su propia vida. La
exploración del aquí y ahora se convierte en un foco central durante el proceso
terapéutico para obtener una comprensión más profunda de sí mismo.
Además, el terapeuta gestalt trabaja en la integración de aspectos fragmentados o no
resueltos del paciente, buscando generar un sentido de totalidad y coherencia en su
experiencia vital. Se identifican aquellas partes que pueden estar desconectadas,
reprimidas o incompletas, y que contribuyen a generar conflicto interno o malestar
emocional. Estos aspectos pueden manifestarse en forma de emociones no expresadas,
recuerdos dolorosos, partes de la identidad personal no reconocidas o incluso conflictos
no resueltos con figuras significativas en la vida del paciente.
A través de diversas técnicas, el terapeuta gestalt guía al paciente en el proceso de
explorar, comprender y finalmente integrar estas partes fragmentadas. Esto puede
implicar el reconocimiento y la expresión de emociones reprimidas, la reinterpretación de
experiencias pasadas desde una perspectiva más comprensiva, o el desarrollo de una
mayor coherencia entre las diferentes facetas de la identidad del paciente.
La relación con el otro es un aspecto fundamental en la terapia gestalt, ya que a través de
las interacciones con el terapeuta y eventualmente con otros miembros del grupo (en caso
de terapia grupal), el paciente tiene la oportunidad de experimentar nuevas formas de
relacionarse. Esto puede implicar explorar patrones de comunicación, establecer límites
saludables, expresar emociones de manera auténtica y desarrollar una mayor conciencia
de las dinámicas interpersonales.
El terapeuta gestalt actúa como un modelo de relación auténtica y respetuosa, lo que
brinda al paciente la oportunidad de observar y experimentar una forma diferente de
interactuar. A través de esta relación terapéutica, el paciente puede descubrir y practicar
nuevas maneras de ser en relación con los demás, lo que a su vez promueve una mayor
libertad para explorar diferentes facetas de su identidad.
Al experimentar estas nuevas formas de relacionarse en un entorno seguro y de apoyo, el
paciente puede obtener un mayor autoconocimiento al observar cómo responde a las
distintas situaciones interpersonales, identificar patrones recurrentes en sus relaciones y
descubrir aspectos no explorados de su manera de interactuar. Esta exploración activa en
el contexto relacional contribuye significativamente al proceso de crecimiento personal y al
desarrollo de ajustes creativos que pueden ser llevados a la vida diaria del paciente.
Además, al experimentar una mayor libertad para explorar su identidad, el paciente puede
descubrir aspectos inexplorados o subestimados de su ser, lo que contribuye a una
sensación de plenitud y autenticidad. Esta integración de diferentes facetas de la identidad
personal también puede llevar a una mayor coherencia interna y a una sensación

renovada de empoderamiento, permitiendo al paciente vivir de manera más alineada con
sus valores, deseos y necesidades auténticas.
A medida que avanzan las consultas, el esfuerzo co-creado entre el paciente y el
terapeuta por sumergirse en las situaciones, ampliar su conciencia y explorar lo novedoso,
les brinda la oportunidad de conocerse a sí mismos de una manera única. Esta
experiencia les permite aplicar los aprendizajes adquiridos en su vida diaria,
convirtiéndose en una modalidad de vida en la que la conciencia se vuelve más aguda y
significativa.
«Lo importante no es lo que han hecho de mí, sino lo que hago yo mismo de lo que han
hecho de mí». Esta poderosa frase de Jean Paul Sartre encapsula el enfoque fundamental
de la terapia Gestalt. Esta escuela de psicoterapia va más allá de simplemente tratar los
efectos de las experiencias en la vida de un individuo; busca empoderar a la persona para
que tome el control de su propia narrativa, reconociendo su capacidad para transformar y
dar significado a su historia personal. La Terapia Gestalt representa un camino hacia la
autenticidad y el empoderamiento, ofreciendo a los individuos la oportunidad de ser
protagonistas activos en la creación de sus propias vidas.